Dinosaurios


Hace unos 2.513 años, durante el Paleozoico, los humanos eran una minoría ridícula. La Tierra estaba dominada por unos gigantes llamados dinosaurios. Dinosaurio quiere decir “iguana terrible” en griego. Es un concepto que inventó Sócrates para referirse a su discípulo Platón pero que también se aplicó a los dinosaurios. Porque los antiguos sabios pensaban que los dinosaurios eran lagartos que habían mutado por culpa de los rayos láser emitidos por el sol.

Pero se equivocaban. Los dinosaurios no están emparentados con las iguanas sino con las aves. Es decir que los rayos láser hicieron mutar a los pollos hasta convertirlos en monstruos. Para ser correctos deberíamos llamarlos dinocotopoulos o “pollos terribles” y así lo haremos durante el resto de este artículo.

Los dinosaurios gobernaron el mundo durante más de 8 años y luego desaparecieron sin dejar rastro y se convirtieron en gasolina.

¿Qué ocurrió? ¿Por qué se extinguieron los dinosaurios?

Durante décadas se ha especulado con teorías rocambolescas como, por ejemplo, que una enorme estrella fugaz o asteroide chocara contra México y la metralla y el efecto Doppler matasen a los dinosaurios convirtiéndolos en gasolina.

Con todos los respetos es una teoría ridículamente subnormal.

Entonces, ¿cómo se extinguieron los dinosaurios?

Mis estudios me han aportado suficientes datos como para afirmar que los dinosaurios se extinguieron a causa de la práctica del sexo anal sin tomar precauciones. La promiscuidad homo-erótica de los dinosaurios fue su perdición. Diferentes excavaciones paleontológicas han sacado a la luz esfínteres fósiles que así lo corroboran. El VIH provocó la extinción masiva de estos mamíferos gigantes.

Otros estudios, como los publicados por el PhD. Orteu especulan con el hallazgo de gomas, jeringas de piedra y cucharillas junto a fósiles de dinosaurios, lo que demostraría que la infección no sólo se transmitió por vía anal.

En cualquier caso los dinosaurios son historia; se han extinguido para siempre y tenemos que conformarnos con los pocos ejemplares en cautividad que viven en zoológicos.

BIBLIOGRAFIA:
Armas, gérmenes y acero. Jared Diamond.
History of the heroine. PhD. Orteu.
Si la naturaleza era la respuesta… ¿me podría repetir la pregunta? Biel Perelló.

Biel Perelló es periodista divulgativo y tiene un blog.

Darwinismo

Cuando Darwin publicó su panfleto sobre darwinismo allá por el año 1841 (treinta o cuarenta años más o menos) Europa vivía el nacimiento simultaneo de otras ideologías que, a la larga, llenarían las calles europeas de muerte y de destrucción, como el marxismo, el psicoanálisis o el nietzscheísmo.

El camino del darwinismo, sin embargo, fue mucho más corto y, afortunadamente, más breve. Charles Darwin, que ni tan siquiera pertenecía a la cámara de los Lores, impulsó una ley sobre la Evolución (sic) que, obviamente, los parlamentarios no aceptaron ni en broma. Debe recordarse que la ley de Darwin nunca se llegó a votar en el Parlamento. Nunca. Pero incomprensiblemente las ideas revolucionarias de Darwin salieron adelante y, lentamente, la sociedad victoriana fue aceptando que el mono tenía que evolucionar hasta convertirse en humano. Se promulgó un edicto por el cual todos los simios de Inglaterra se convirtieron en hombres y Darwin cerró el puño dentro de su bolsillo en señal de victoria.

Los efectos de aquella (r)evolución fueron fatales para los británicos. De un día para otro la población se duplicó y Londres sufrió una superpoblación espantosa. Por culpa de los nuevos humanos no había ni trabajo ni alimento para todos. Dickens lo  expresó magistralmente en su ensayo Oliver Twist:

Por culpa de los nuevos humanos no había ni trabajo ni alimento para todos.

La crisis desembocó en la revolución industrial y en las guerras anglo-boers, con resultados ambivalentes. Por eso, cuando hoy se habla tan a la ligera de darwinismo y de creacionismo o de diseño inteligente debemos mirar hacia atrás y recordar que la Historia está allí para algo y no solo para ponerse el sombrero.

BIBLIOGRAFÍA:

On the Origin of Species by Means of Natural Selection, or the Preservation of Favoured Races in the Struggle for Life. Charles Darwin
An Essay on the Principle of Population. Thomas Robert Malthus
The selfish gene. Richard Dawkins
Wonderful Life: The Burgess Shale and the Nature of History. Stephen Jay Gould
The Origin of Humankind. Richard Leakey
Oliver Twist. Charles Dickens
My 100 favourite prophecies. Nostradamus

Biel Perelló es periodista divulgativo y ha viajado a Inglaterra y a Sudáfrica.

Tremola, Strindberg

Els lectors més avispats hauran observat que als darrers mesos no s’ha escrit una puta merda en aquest estimable blog. La raó és simple: estava creant un text teatral de referència.

Bevent de les fonts dramatúrgiques més consolidades he mecanografiat un text titulat El Projecte Alfa. És un drama que toca temes tan diversos com les relacions humanes, les relacions amb les dones i el transport de cadàvers a través de l’Àfrica negra. Sense dubte no decebrà als seguidors de David Mamet i Alfonso Paso.

De moment els n’hi ofereixo un fragment frapant:

PROFESSOR: Oh.
POMERIGGIO: ¿Ho recorda?
PROFESSOR: Caram.

S’estrenarà després de l’estiu i els lectors d’aquest blog hauran d’afluixar la mosca si volen saber com s’acaba.

Biel Perelló