Nessun dorma, Luciano Pavarotti.
Un gordo disfrazado da alaridos en un decorado de Jurassic Park.
Jardín prohibido, Sandro Giacobbe.
Un caradura se acuesta con la mejor amiga de su novia y pretende justificarse diciendo que pensaba en ella durante el coito.
Pacto entre caballeros, Joaquín Sabina.
Un presunto cantante sufre síndrome de Estocolmo.
Cruz de navajas, Mecano.
Terrorismo machista.
La flaca, Jarabe de palo.
Un turista sexual se enamora de una anoréxica, posiblemente, menor de edad.
Waka Waka, Shakira.
Imitación de cantos de cortejo del león marino / sucesión de indescifrables códigos encriptados para células durmientes de Al Qaeda
Bailar pegados, Sergio Dalma.
Un cantante de Sabadell se hace pasar por un cantante italiano que canta en español, con erótico resultado.
Devuélveme a mi chica, Hombres G.
Retrato nostálgico de una generación cuyo ideal de éxito era poseer un Ford Fiesta blanco y un jersey amarillo.
Sólo pienso en ti, Víctor Manuel.
Tierna historia de amor entre un periodista deportivo y una simpatizante de UPyD.
I’ve got you under my skin, Frank Sinatra.
Reflexiones de un infectado de peste negra.
Suzanne, Leonard Cohen.
Un joven cantautor pasa la tarde en casa de la loca de los gatos.
Waterloo, Abba.
Dos matrimonios suecos analizan los errores tácticos que llevaron a Napoleón a perder su imperio.
Hotel California, Eagles.
Reseña muy negativa de un establecimiento de hostelería, mucho antes de que se inventara TripAdvisor.
Good vibrations, Beach Boys.
Un surfista eufórico nos cuenta que los resultados de la biopsia son esperanzadores.