Escribe raro para que no se entienda un pimiento. Desde la primera frase.
Obliga al lector a consultar el diccionario. Constantemente. En cada frase. Eso les excita.
Una frase con menos de seis adjetivos es una frase aburrida.
Tu lector tiene el diccionario de arcaísmos olvidado en la estantería. ¡Conviértelo en su compañero inseparable!
No te cortes a la hora de describir fenómenos meteorológicos. Los lectores siempre quieren más y más.
Intenta que todos tus protagonistas usen un Mac y describe con detalle qué modelo es y qué tipo de procesador usa.
Regla de oro: Incluye Illuminati. Si no puedes incluir Illuminati, incluye vampiros.
Las citas en griego clásico añaden dinamismo.
Los capítulos donde la protagonista bebe una taza de té humeante frente a la ventana requieren citas en alemán.
Un lector que abre una novela busca dos cosas: a) prosa indescifrable. b) notas a pie de página en ruso.
Los lectores detestan las tramas. Prescinde de ellas.
Utiliza los paréntesis y los signos de puntuación de forma creativa. Las setas alucinógenas ayudan.